Hoy citamos el primer libro de la saga
Percy Jackson y los dioses del Olimpo: El ladrón del rayo
-Usted es Dioniso -dije- El dios del vino
-¿Cómo se dice en ésta época, Grover? ¿Dicen los niños "menuda lumbrera"?
-S-sí, señor D.
-Pues menuda lumbrera, Percy Jackson. ¿Quién creías que era? ¿Afrodita, quizá?
-Sí, Hermes.
-El tipo de las zapatillas con alas.-Ése. Los mensajeros. La medicina. Los viajeros, mercaderes, ladrones. Todos los que usan las carreteras. Por eso estás aquí, disfrutando de la hospitalidad de la cabaña once. Hermes no es quisquilloso a la hora de patrocinar.
-Ya está determinado -anunció Quirón.
-¿Mi padre? -pregunté perplejo.-Poseidón -repuso Quirón- Sacudidor de tierras, portador de tormentas, padre de los caballos. Salve, Perseus Jackson, hijo del dios del mar.
-¿Y no está?
-Ha sido robado -dijo Quirón
-¿Quién?
-Mejor dicho, por quién -me corrigió Quirón, maestro siempre- Por ti
Me quedé atónito
-Al menos eso cree Zeus
-Sospechar y saber no son la misma cosa
Aunque sólo se sabía dos canciones: el Concierto para piano nº12 de Mozart y So yesterday de Hilary Duff, y ninguna de las dos suena demasiado bien con la flauta de Pan.
-Oiga, perdone, ¿acaba de llamar hijo a este chihuahua?
-Quimera, querido -me corrigió- No es un chihuahua. Es fácil confundirlos
-¿Por qué no vas tú?
-También podrías preguntarme por qué no te convierto en una ardilla y te atropello con la Harley. La respuesta sería la misma: porque de momento no me apetece.
Este es un anticipo de nuestras citas favoritas de Percy Jackson y el ladrón del rayo, ¿Cuáles son las vuestras?

Mestiza de corazón y fanática de todo lo que lleve ritmo.
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